viernes, 7 de mayo de 2010

La cocaína y sus consecuencias


Sin necesariamente profundizar en la pato fisiología del problema de la adicción (en el caso particular de este texto: la cocaína) es necesario conocer algunos aspectos básicos del problema para entender la génesis y manejar el mínimo de la terminología básica para seguir con el desarrollo de este artículo:

La cocaína es un alcaloide natural encontrado en la hoja suramericana de la mata de coca. La pasta base activa se extrae de la misma. El clorhidrato de cocaína ionizado se obtiene mediante su tratamiento con el ácido clorhídrico y se cristaliza por medio de un solución acuosa. La forma más común encontrada en el mercado es en polvo para administración intranasal; pero puede encontrarse su forma “base” o Crack o “piedra”, sólida, para ser fumado, o puede también administrarse en dilución por vía endovenosa. La vasoconstricción inmediata que sigue a su aspiración intranasal produce disminución de la absorción de la droga.

Una vez en el organismo la cocaína trabaja sobre los sistemas cerebrales de captación de adrenalina y noradrenalina lo que conduce clínicamente a: euforia aguda, aumento del líbido, energía, ausencia de sueño, falta de apetito, sudoración, pupilas dilatadas y algunos otros signos dependientes de la sensibilidad del paciente. La administración en forma repetida en “binges” lleva a trastornos de la percepción, disforia, comportamiento violento y en casos extremos alucinaciones de predominancia visual y auditiva. Los efectos cardiovasculares de la misma conllevan a taquicardia sinusal simple, arritmias supra y ventriculares, isquemia miocárdica e infarto. Se produce además hipertensión arterial con el riesgo de sangrado intracraneal.


Efectos más tardíos se observan en la atrofia de la corteza cerebral y los efectos estéticos de la administración repetida en forma intranasal y sus complicaciones: perforaciones del Septum o tabique nasal, sinusitis crónica, epistaxis frecuente y eventualmente la destrucción del tabique nasal con la consecuente deformidad conocida como nariz en “silla de montar”.

Al retirar la droga se induce un cuadro de depresión, somnolencia, fatiga y el deseo de consumir cocaína. En la mayoría de los casos controlados el deseo disminuye, el cuadro subside y el paciente se recupera. Un pequeño porcentaje presenta depresión refractaria y se ha propuesto su manejo con fármacos que actúan sobre la recaptación de noradrenalina. Sin embargo ningún dato estadístico ha comprobado su efectividad.

Se ha de tomar en cuenta que los pacientes que abusan de la cocaína, usualmente abusan de otros fármacos: alcohol, benzodiazepinas y cannabis; entre los más frecuentes, por lo que su manejo es mucho más complejo de lo que dicta la teoría y la tasa de recaída o relapso es alta. Es aquí donde el estudio de los factores “raíz”, su identificación, trabajo, inhibición y potencial supresión constituyen las bases de una rutina de rehabilitación efectiva.

El paciente afecto a la adicción por cocaína debe encarar el tratamiento médico en primera instancia para la desintoxicación. El médico tiene la responsabilidad de diagnosticar el problema intentar identificar los factores “raíz”, tratar enfáticamente al enfermo (hospitalizándolo si es necesario) y una vez estable referirlo a someterse a un programa voluntario de autoayuda individual y/o grupal que le provea las herramientas para identificar las raíces, trabajarlas y evitarlas.


Autor del texto:
Dr. Francisco J. Pimentel G., Médico Cirujano.
Para mayor información o contacto, escriba a manthralab@gmail.com o llame al teléfono: +58 424 2302419

1 comentario:

  1. verdad que yo tengo razon que espeligrosa cualquier droga mi suegra dice que su hijo no puede matar anadie yo digo claro que si por que genera violencia,la suegra siempre fue confiada en su hijo yo estaba temerosa de su violencia,pero la suegra le daba confianza,y dice no mataria anadie he claro que no si mataria hasta su propia madre,...

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