lunes, 5 de julio de 2010

La confesión sobre la primera vez......


“… Febrero 1993. Una larga y calida noche de fiesta. Música y ambiente a todo dar. Alcohol; mujeres bellas y de alto rango y sociedad. Una recepción importante con prominentes presentes, diplomáticos, políticos, artistas, y allí yo…pequeño, minúsculo, pero, presente y haciéndome notar entre los más grandes. Amigo de todos, siempre una sonrisa, una picardía; un beso. Sintiéndome El Cesar en la Roma antigua. Mas alto no se puede llegar –me dije a mi mismo- Rozando los codos con gentes de medios reconocidos y entrabando diálogos y polémicas entre ellos. Robando risas y cortejando ojos azules como el mar, a voluntad. Piernas que rozan bajo las mesas. Mi corazón late desenfrenadamente al ritmo de la alta música. Mi smoking, de perfecto corte y elegancia, casi, hacia competencia con mis ánimos esa noche. Una pequeña churuata, lo suficientemente privada para quienes nos reuníamos allí. Risas, picardía, mas risas, besos, saliva, tragos. Esa noche conocí al más temible de mis enemigos, nos presentamos sin muchos preámbulos; yo quería ser como todos (estúpido de mí) chispeante, agradable, arriesgado. Sobre el cristal estaba, resplandeciente como miles de pequeños brillantes, casi una invitación a buscarlo, provocándote, llamándote. Mis deseos de imitar a otros socialmente crecían y observaba los efectos de esa arenilla. Euforia, aumento del libido, resistencia al alcohol y por sobre todo; era de unos pocos. No todos tenían este acceso, solo un pequeño grupo de fuertes; quienes me convidaron a acompañarles gozaban este privilegio, este tabú en sus manos, lo cual los hacia ver distintos, los hacia ver por encima del hombro a todos los demás. Les otorgaba poder inmediato; además, por supuesto, de todo aquello que mencioné. La tentación fue más que yo, el hipnótico poder de esa substancia fue mas que mi propia voluntad y la presión, así como el ánimo de mis cercanos, a intentar, eran ensordecedores. Tome el pitillo y aspire a través de mis fosas nasales aquella sal misteriosa. En segundos todo cambió, mi corazón latía intensamente fuerte, mis arterias pulsaban, la respiración era fuerte y profunda, mis sentidos se agudizaron y me sentí el ser más poderoso del planeta. Mi fuerza física aumento, mi resistencia al licor igual. Hablaba con fluidez y poca timidez, era ahora menos reservado y salí a la cacería de presas con la confianza de un tirador experto en derribar leones u elefantes en la estepa del Kalajari.

Sumergido en mi secuestro interno, no vacile en moverme hacia las hembras, que mis sentidos y libido aumentado, decidieron ser las victimas perfectas. Bellos rostros, cabellos oscuros, piernas largas y escotes sugestivos. Mi papel estaba en desarrollo, la actuación parecía algo extremadamente sencillo. Mis palabras, que comenzaron siendo muy cautelosas, progresaron al ritmo de la conversación; hasta hacerse arriesgadas, sugestivas y peligrosas. Sin embargo, mis compañeras parecieron aceptarlo y seguir un juego de seducción que duró hasta avanzada la noche y culminó en el clímax y un portentoso orgasmo, en un sitio, poco reservado y para nada discreto. Lo que causo risas apagadas, miradas sugerentes de mas y mejor calidad. Pero por una extraña sensación quería más de aquella estela para preparar mi cuerpo para lo que se avecinaba. Busque y encontré más entre mis congéneres; quienes se encontraban ya muchos en sus propios asuntos. Una o dos dosis, suficiente para lograr lo que deseaba. La ingestión desenfrenada del alcohol, el libido, las intensas relaciones sexuales y el ambiente en si; agotaron mi organismo, haciéndolo caer en un estado estuporoso. Ya las cosas no eran tan claras, las palabras tan precisas ni el dialogo tan fluido.

Vencido al fin por el sueño, busque acomodo en algún espacio junto a una de mis compañeras, para descansar y dormir. Mis ojos se cerraron, casi al instante y caí en profundo sueño. Buscando arropar mi cuerpo, con la “piel de gallina” por el frío de la muy temprana mañana; me encontré casi solo; con excepción de algunos amigos/as. Mi compañera desapareció en mi sueño, sólo para enterarme horas después, que era menor de edad e hija de uno de los invitados más importantes de aquel comité y pareja de uno de los dueños de la casa en cuestión. Un rápido baño en la helada piscina; seguido de la búsqueda de mis objetos personales, las llaves de mi vehiculo y una rápida llamada a través del teléfono celular; fueron lo único necesario para seguir el camino; el cual termino con un desayuno en una de las areperas mas prestigiosas del momento y las risas alborotadoras, del recuerdo de todos aquellos actos que produjeron bochor

no, ridículo y pena; incluido el mío que fue (en retrospectiva) lamentablemente festejado y aplaudido como el más “genial” d

e la noche.

En ese momento exacto, terminó un trayecto de un camino, y empezó para mi ho

rror; el comienzo de otro distinto; que ha marcado mi vida y lo sigue haciendo de tanto en tanto. Aquí comienza la batalla entre mi enemigo más odiado, temido y yo…”



Autor del texto:Dr. Francisco J. Pimentel G., Médico Cirujano. Para mayor información o contacto, escriba a manthralab@gmail.com o llame al teléfono: +58 424 2302419

1 comentario:

  1. Amigo mío… siempre frontal para expresar, siempre directo para opinar, siempre agudo para crear.

    No conocía tu blog y solo después de tu partida un accidente me trajo a él.

    Es irónico escribirte sabiendo que no me leerás, sabiéndote ausente… pero los poetas no mueren y los soñadores mutan en nubes que se desplazan con los vientos nuevos y tu, tal vez… desde alguna arista de este universo puedas leer mis palabras que son para expresar mi gran admiración... mi gran respeto.

    Dejo mi hipócrita ateísmo de lado (y el tuyo también) para esperar que Dios te haya recibido con todos los honores que mereces, al lado de Benedetti y de Gandhi, de Nietzsche y de Bukowski.

    Eres grande amigo y el pasado no te arropa porque tienes aliento a futuro más allá de la simpleza de nuestra existencia humana.

    Hasta siempre!

    ADMD

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